La realidad es que el modelo de movilidad personal viene sufriendo cambios durante los últimos años. El negocio de alquiler y uso compartido de vehículos aumenta cada día, especialmente en las grandes ciudades. No obstante, la mayoría de la población española sigue teniendo la necesidad de disponer de un coche en el garaje de casa y poder disfrutarlo 24/7, ya sea para uso particular, profesional, o ambos.
El renting es un contrato de arrendamiento a medio plazo, generalmente a 36 o 48 meses, que posibilita disfrutar de un vehículo nuevo pagando una cuota mensual. Normalmente, el alquiler incluye también gastos de mantenimiento, reparaciones, ITV, seguro e impuestos y las gestiones de los mismos. En definitiva, es una manera de tener un vehículo sin haber de pagarlo por completo, ni realizar una inversión inicial.
Es de sobra conocido que el parque automovilístico español es muy antiguo y actualmente se encuentra en proceso de renovación, incitado en gran medida por las restricciones europeas en materia de emisiones de CO2 y las consiguientes subvenciones estatales a la adquisición de vehículos no contaminantes, con etiquetas ECO y 0 emisiones.
Por tanto y ante la falta de liquidez de las pymes y economías domésticas, la dificultad en la obtención de financiación bancaria y el exceso de stock acumulado por los fabricantes y concesionarios de vehículos, consecuencia de la pandemia, el renting se sitúa como una opción muy ventajosa tanto para la parte compradra, como para la vendedora.
En los anuncios de vehículos renting, aparentemente, todo son ventajas. Y si bien el renting es una opción muy valorada por los consumidores, tiene su parte delicada; El incumplimiento en el pago de las cuotas y el exceso de kilometraje anual pueden suponer una penalización de aumento del 50% o más sobre la cuota. También, tener que acudir obligatoriamente a talleres oficiales de la marca puede suponer un aumento elevado del precio de una reparación que nos tocara desembolsar, por encontrarse fuera de cobertura.
Para realizar el análisis elegimos cinco turismos de gama media de las marcas Seat, Volkswagen, Hyundai, Dacia i Peugeot, referentes de ventas en España. Tomando para cada uno de ellos las mejores ofertas de compra directa y adquisición mediante contrato renting. Con los datos, calculamos la media y obtenemos un vehículo promedio de 18.500 € y una cuota media de renting de 286 €, renovable a los 4 años.
En este primer gráfico obtenemos, durante una vida útil de 13 años, el coste total que supone la compra de nuestro coche sumándole todos los gastos derivados de su uso y que suelen estar incluidos en una cuota de renting. Esto es: seguro a todo riesgo, impuesto de circulación, ITV, mantenimiento y revisiones.
Por otro lado, tenemos la línea del acumulado de cuotas de renting, con un incremento conservador del ipc del 2%, cada 4 años.
Conclusión: si bien la inversión inicial de la opción compra es muy elevada, pasados 7 años el gasto en cuotas de renting empezaría a ser superior al que nos supone el coche en propiedad. Eso sí, mientras el coche en propiedad empezaría a tener un desgaste importante, el usuario de renting estaría disfrutando del segundo vehículo y estaría a 1 año de adquirir otro nuevo, con las ventajas y comodidades que ello implica.
Es este segundo gráfico, calculamos un dato muy interesante: el gasto recuperable del vehículo.
El hecho de tener un coche en propiedad nos permite la opción de recuperar una parte del gasto del mismo a través de su venta en el mercado de segunda mano.
La línea Compra muestra el gasto acumulado, restando el precio (según tablas de amortización) al que lo podríamos vender en cada momento.
Mientras, en el caso de renting, la opción de revender el vehículo corresponde exclusivamente al propietario, posibilitándole al concesionario del renting la amortización del gasto inicial y proporcionándole un beneficio extra.
NOTA: En la opción de renting no realizamos una inversión inicial, por tanto, deberíamos calcular también la opción de rentabilizar el capital no invertido. No obstante, descartamos este escenario porque el interés bancario actual es prácticamente 0%.
El análisis numérico, pese a estar desarrollado sobre una población de datos suficientemente cualificada, no tiene en cuenta la coyuntura, ni las percepciones personales. Por tanto, en este esquema final muestro las situaciones que claramente son conclusivas para elegir entre la opción compra y renting.
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